“…no es tanto la instrucción ni en el lenguaje ni en el pensamiento lo que permite al niño desarrollar sus poderosas capacidades combinatorias, sino la honesta oportunidad de poder jugar con el lenguaje y con su propio pensamiento”.
CUANDO SE PIERDE A UN SER QUERIDO, NOS PLANTEAMOS MUCHAS PREGUNTAS Y VAMOS ENTENDIENDO LOS CICLOS DE LA VIDA, INEVITABLEMENTE ACEPTAMOS QUE LAS COSAS OCURREN INDEPENDIENTEMENTE DE LO QUE NOSOTROS DESEÁBAMOS O ESPERÁBAMOS.